Hace un par de años me nació la ilusión por tener una segunda perrita con la cual pudiera enseñarle todas aquellas cosas que no he podido con mi Reyna por distintas cuestiones físicas.

Como fanática de la raza cocker, yo me miraba con una cachorrita, buscando en criaderos mexicanos, estadounidenses incluso españoles, veía y veía posibilidades en la cual adquirir una cachorrita. Cuando le comenté la inquietud a mi mamá ella respondió con un rotundo No! para lo cual me fue debastador...

No se por que, pero después de un tiempo de rechazo, me resigné a no tener otra perrita... El tiempo pasó y me fui inmiscuyendo más y más con las protectoras caninas y empecé a comprender otras cosas que no veía antes, así fue como decidí que mi siguiente perrita sería adoptada sin importar su raza, quizás su edad y tamaño si, pero la raza era lo de menos.
En junio de este año 2010 me habló un amiga diciendome que tenía una perrita rescatada d
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el antirrábico y que era idónea para mi, al principio yo no estaba del todo convencida pues la perrita ya contaba con el año y medio de edad y mi ideal era tener un cachorro para empezar desde ceros.
Un sábado llegó al entrenamiento mi amiga con esa perrita, al principio la vi y no me pareció tan extraordinaria, con el tiempo de conocerla, me pareció que ella empezaba a tener ciertas cosas que a mi me gustaban y me podrían servir en un futuro. Que puedo decir, poco a poco me empezó a enamorar con su personalidad tan simpática.
Resultó que la perrita tenía problemas de desnutrición debido a que no aceptaba muy bien las croquetas, además de eso tenia problemas de piel, demodex. En mi idea de no querer que sufriera y mejorará terminé "adoptandola" con la condición de que me esperaran un tiempo en el que convenciera a mi mamá de la nueva miembra, fue así como cambiamos su alimentaron al natural y mejoró notable mente en poco tiempo.
El caso en mi casa no fue nada fácil, mi mamá persistía con su NO pero mi papá me apoyaba mucho, tal fue mi perceverancia que un domingo 5 de septiembre la perrita ya se encontraba en casa =) ... Al principio mi mamá se rehusaba y no lo aceptaba, pero con el tiempo se acopló a la idea y oficial mente la perrita se quedó en casa !!

La nombré Aria, y para mi sorpresa, cumplía muchas expectativas que yo requería de lo que sería mi segunda perrita.
Hoy la pequeña se ha ganado un espacio grande de mi corazón, no se diga de mi otra hija, a Reyna parece gustarle más la compañía y a sus 10 años se la ve más rejuvenecida !! Hemos empezado a entrenarnos para el deporte de agilidad canina y me ha sorprendido mucho de la habilidad y agilidad que tiene esta pequeña, sinceramente no hubiera aceptado un cachorro en vez de ella de saber lo que me tenía preparado !!
Espero pronto vernos competir en agilidad canina y quien sabe... quizás en flyball, tengo muchas esperanzas en ella, pero ya el tiempo nos lo dirá !!